jueves, 29 de marzo de 2012

Jorge Manosalva

Fui en alguna época de mi vida Jorge el Gordo Manosalva y decidí compartir mi testimonio con todas las personas que tienen problemas de obesidad para que tengan la oportunidad, como yo, de experimentar un cambio de vida.

El mío es un testimonio real, una historia que comenzó cuando a la temprana edad de 11 años presenté un serio problema de obesidad debido a malos hábitos alimenticios. A los 15 años Jorge Manosalva pesaba 105 kilos.



No pude disfrutar plenamente de mi adolescencia como hacían los demás por estar constantemente expuesto a burlas y sobrenombres que no me permitían gozar de una total aceptación y me obligaban a aislarme socialmente hasta el punto de no querer ir al colegio. A los 20 años la balanza señalaba que Jorge Manosalva ya pesaba 120 kilos.

Ese tipo de cosas me fueron afectando sicológicamente, pero continuaba comiendo en forma desmedida y desordenada. Llegué a pesar 141 kilos con 28 años y por ello durante mucho tiempo yo Jorge Manosalva fui un hombre acomplejado e inseguro por culpa de mi obesidad.

Me deprimía por mi exceso de peso y por ello recurría a la comida. Cada vez comía más y era más gordo. Desesperado por mi situación probé miles de fórmulas caseras, el parche adelgazante, fajas, agujas, pastillas y dietas: la de los trece días, la del atún y la piña, la sopa quema grasa, la de proteínas... Hacía todo lo que me decían para adelgazar y nada funcionaba, o si perdía algunos kilos, días después los recuperaba e incluso subía un poco más cuando regresaba a mis malos hábitos alimenticios. Para mí era muy difícil controlar esa ansiedad hasta el punto de interrumpir mi sueño para comer algo y continuar durmiendo.

Ya me había resignado a ser gordo por el resto de mis días, hasta que un amigo que había adelgazado con CELULIGHT me contó su experiencia y me invitó a probar la malteada y a cambiar mis malos hábitos por un plan de alimentación saludable y balanceado.

La verdad es que a esas alturas de mi vida no creía mucho en que este nuevo método pudiera funcionar porque ya lo había probado todo. Pero tomé la decisión. Me sometí al plan de alimentación CELULIGHT y en el primer mes perdí siete kilos de peso, en el segundo igual y así sucesivamente hasta que en sólo nueve meses deje de ser Jorge El Gordo Manosalva y logré bajar más de 50 kilos.

Así como el plan de alimentación CELULIGHT me hizo perder peso y lo ha hecho con muchas otras personas, también lo puede hacer con usted. Sólo necesita tomar la decisión, ‘pellizcarse’ y caer en cuenta de que usted es el único responsable por su problema de sobrepeso u obesidad, porque nadie lo obliga a comer en exceso ni a llevar una alimentación desordenada. Es usted su propio enemigo al repetirse una y otra vez: “Yo no soy capaz de dejar de comer esto”. Si insiste en esta actitud nunca va a lograr salir de ese círculo vicioso.

Al contrario, diga: “Yo sí puedo; yo sí tengo voluntad para bajar de peso; lo voy a hacer por mí y por mi salud, porque quiero estar y sentirme mejor”. Es hora de que se consienta a sí mismo y haga algo por usted. Tome ya la decisión. Pacte un compromiso con su cuerpo. Fíjese una meta real y cúmplala.

En cuanto supere los diez primeros días del plan y empiece a notar la pérdida de peso, va a disfrutar de ese cambio de alimentación porque no hay nada más agradable que verse delgado, ponerse la ropa  que le gusta, encontrar su talla en cualquier almacén y no tener que acudir a los de ‘tallas grandes’; eso es algo que nunca había experimentado.

La vida de Jorge Manosalva cambio en muchos sentidos, y no sólo en el estético. Tenía problemas con el ácido úrico, tenía el colesterol alto y me dolían las rodillas y los tobillos por el exceso de peso. Con sorpresa descubrí que no tuve que tomar medicamentos para controlar el ácido úrico porque cuando adelgacé sus niveles se normalizaron.  Adicionalmente, se mejoró mi piel, subió mi autoestima, mejore las relaciones sociales y sicológicamente me quité de encima el estigma de ser el gordo, el que sólo inspira ternura, y es amado únicamente por sus padres. Esto suena duro, pero es cierto.

Mi mensaje es: para tomar la decisión de bajar de peso, no espere a sufrir de diabetes e hipertensión o cualquiera de las más de 100 enfermedades a las que conlleva la obesidad, o a que su médico sentencie: “Adelgaza o se muere”. Así sólo tenga 6 o 12 kilos de sobrepeso, éste es el mejor momento para hacerlo y evitar molestas secuelas como flacidez o estrías.

Si en su familia todos tienen problemas de sobrepeso u obesidad, recuerde que usted heredó de ellos la tendencia a ser obeso, pero no tiene que heredar sus malos hábitos alimenticios. Cámbielos y eduque a sus hijos para que adopten desde pequeños un plan sano y balanceado de alimentación y sea esto lo que se transmita de generación en generación.

Hágalo por su autoestima por mejorar su apariencia física y lo más importante, por su salud. CELULIGHT cambió mi vida y también puede cambiar la suya.

Un saludo cariñoso de su amigo,

Jorge Manosalva


Nota. Este plan de alimentación tiene un efecto secundario: tendrá que renovar su vestuario.


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